-Tira al niño por la ventana, luego grita, ¡grita!-
Sabotaje y destino. Una mente perversa busca la caída de alguien, el precio no importa, y ese alguien irremediablemente vive resolviendo sus problemas. Una mujer renta su casa a huéspedes, tres juegan cartas en ella, un hombre espera consolidar su carrera, otro hombre necesita dinero.
P.d. Vea Ruptura de Claude Chabrol. Por cierto maximicen y admiren el bello cartel
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En biutiful la palabra es como suena, no hay pronunciación extraordinaria, búsqueda de patrones, ni excepciones. González nos presenta el mundo con sus condiciones iniciales y con ellas no hace construir cada palabra en base a esa experiencia. Hablar de miseria, es hablar de la irresponsabilidad de no observar nuestro centro, ahí en el punto de acumulación, no más allá de la frontera, porque hemos aprendido a hablar de miseria desde fuera y de lo bello siempre de adentro, a veces de afuera, pero siempre pensando en adentro. Vemos que en está última entrega de González podemos ver algo biutiful sin tratar de pensar en algo terrible.
La actuación de Javier Bardem excelente. El cast preciso.
P.D. vea Biutiful, ahora en cartelera, de González Iñárritu
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