domingo, 11 de noviembre de 2012

Museo


Cantaba Ella como todas las veces en “ la boca de león” todos estaban cuasi estáticos y tomaban café a pequeños sorbos. Nadie, ni por mínima idea, esperaba lo que en adelante iba a suceder. 
Todos danzaban, en sus asientos, al beat de la música. Algunos sopeaban cocoles de anís con chocolate, otros soplaban a sus tazas.  No había interpretes, tampoco músicos, así, fijaban la mirada hacia las luces de la vieja rocola, menos los enamorados. Las meseras y todo el personal se encontraban recargados en la barra haciendo lo mismo que todos los clientes, bailando con la música. Era una de esas escenas, escena sin tiempo; el paso de las canciones ahí se podía interpretar como el nacimiento de una nueva magnitud; ¡y qué no se confunda con el tiempo! 
No había palabras que escuchar en el aire, salvo el canto de Ella “ cry me a river ...” las manecitas de algunos caballeros se fundían en un sólo puño y se convertían en un pedestal para sus cabezas, que portaban un cara con una reconfortante sonrisa; Las damas. las damas dominaban, con sus vestidos ligeros y sus largas piernas, brazos blancos, y rostros angelicales. Mientras la basta tranquilidad de la escena adentro; afuera se vislumbraba un alboroto. 
A lo lejos de la escena sumabas el estado total del cuadro y notabas que la suma de los ambientes adentro y afuera producían un adición de una tranquilidad parcial. Más me hubiera valido no haber abierto la puerta del “la boca de león” porque la irrupción del Mariachi mexicano fue sin concesiones y brutal. 
El cuadro en la galería ostentaba el titulo “ Fiestas Mixtas”.
J. Siddhartha G. S. 
Noviembre 2012.