Cuando juego las cartas es imprescindible que me dispares en lo más hondo, hasta donde soy capaz de escapar, porque de algo estoy seguro ni todo el control ni toda la incertidumbre. Un paso más y sin el fogonazo seré un ser sentado en la falsa banca de la ignominia desde donde te buscaré en la muchedumbre y gritaré para que no me olvides.
P.D. Vea En la Palma de tu mano de Roberto Gavaldón. Si alguien busca las películas aquí mostradas escriba en este blog.
L.A.
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