miércoles, 30 de marzo de 2011

Ciruelo y sus frutos


Los hermanos se protegen, se cuidan,

cuando la tormenta de alcohol y orín hace su aparición vale la pena apretar las fauces y negarte a todo, incluso a ti mismo.

Los hermanos se escurren y se olvidan, se olvidan y se encuentran, se encuentran destruidos desde dentro, acompañados por el tatuaje maternal, guiados por la sangre que grita y patalea. El último murmullo de silencio antes de la avalancha humana es una bendición en la pila secreta, en la pila que sentencia “su nombre es trauma”

Vea Submarino de Thomas Vinterberg.

Un laurel por el cast y argumento

Comentarios a: hipoxia666@hotmail.com

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