domingo, 15 de abril de 2012

Fernanda Doble O.


A mi bella de labios delgados y palabras en brisa


Hermosa a toda hora es Fernanda doble O. La conocí en una sala de cine. Entré y ahí estaba una sombra; a pesar de tener tantas butacas me senté justo a su lado y entonces tuve la primera pequeña lluvia, una suave voz dijo -hola- yo regresé el saludo. Cuando la película comenzó nos aislamos uno del otro y nos entregamos a la verdad única en ese pedazo del espacio-tiempo. Salimos de la sala y caminamos de largo platicando los pormenores de lo antes visto. Su rostro me llena de goce y entusiasmo. Luego ella me dejó despidiéndose y alejándose.
Un día me encontraba en un cuarto de grandes paredes blancas y pálidos espacios. Era el lugar donde el fascismo dejaba su estragos y convertía los tersos lienzos en carabinas de ojos pardos. Fernanda a mi lado otra vez, disipando toda duda, dejando a un lado el egoísmo que se pueda generar en un alma nueva que crece y crece, allí me dijo que los colores que le muestro son bellos a pesar de lo horrores y que si esos blancos, blancos son es porque lo hemos visto desde el tintero. Sus ojos pequeños me sonrieron y sus labios me miraron.

Tiempo atrás lleve a Fernanda a un lugar insospechado, el cuarto de mis pulsiones y ahí como un hechicero ante un ave que canta me dispuse a hacer conjuros y magia con su sangre y su carne, con


su mente y aliento; mis palabras no eran dulces, mucho menos los conjuros, y ella, mi Fernanda, con sabiduría los tomaba y los gozaba, no le importó si era yo un terrible o un malvado, sólo tomó de mi lo que le había ofrecido.

Fernanda Doble O. cada día se aleja más de mi, y la extraño pateando escritos y oraciones que me la recuerdan. Todos los días me paso por el rincón que en mi casa le he guardado, a un lado cerca de un ojo que mira a todas partes y mira todo, en cualquier instante de tiempo. Sí, un espacio qué sólo un loco argentino pudiera a ver soñado y encontrado. Cerca de ese ojo conservo los trazos que me ha regalado y mientras miro los dos tigres que me dio, a hurtadillas llevo mis ojos hasta el ojo y miró a Fernanda como va siempre un pie adelante de mis pasos ...


J. Siddhartha G. S.

Domingo 15 de Abril de 2012



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