En tiempos de parabolanos y prefectos las afrentas se realizaban en las plazas centrales de las ciudades. En la actualidad contamos con un parabolano básico y las afrentas son hipócritas. En la actualidad todos los grupos políticos, sociales y religiosos sumados dan el conjunto universo que se caracteriza por no tener una característica propia sino incluir todas las características de cada conjunto que forma parte de él y si en apuros se encuentra no tener ninguna. El parabolano básico fue creado por un ministro que ha sido empujado al olvido y desde su calabozo sigue sirviendo sin ser considerado en las advertencias que su voz profesa. El parabolano es entrenado por los perros guardianes de los mercaderes que manejan y definen el mundo. Es la mano llena de suciedad la que alimenta el estomago del parabolano, luego vomita sobre cada familia en casa, en la recamara, comercio, café, restaurant, velatorio, etc. Las afrentas no son tales, son palabras del parabolano que uno aprende como fiel regla para vivir.
P.D. Vea Agora de Alejandro Amenabar
L.A.
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